Miedo a TI. Miedo a MÍ. Y miedo a todo lo que me rodea. Me da miedo que me toque. Incluso tocarlo. Ese miedo que paralizó a mis ancestros, me dice que yo no voy a ser menos.
(Y vamos si no voy a ser menos. Voy a ser más. Y voy a serlo mucho antes que nadie antes de mí. Porque YO siempre soy más. Y si no lo soy, tengo que serlo. Y si no puedo serlo, hago ver que lo soy. Así soy. MÁS).
Y el caso es que no me dejo llevar. Estoy ahí, en la puerta, mirando todo el rato a todo lo que pasa. Y lo que pasa ahora es que no pasa nada. Ni nadie. Lo que sucede es un pantallazo tras otro, imaginista de gentes. Quizá ellos no me dan tanto miedo. Puede que, si me hicieran caso, también me lo darían.
Pero, a ver, ¿qué es ese miedo? ¿Qué forma tiene? ¿Tiene color? ¿Olor? ¿Sabe a algo? ¿Pincha o araña? En realidad, ¿es ese ruido?