Tal y cómo suena el término operación bikini, sobre todo por lo de operación suena, así como a trincheras o, como nos gusta decir a las y los dietistas, a término de posguerra. Y ahora, como mucho, estamos en guerra.
¡En guerra contra el término!
De igual modo que no estamos en esa época ni tenemos las mismas circunstancias que entonces (sobre todo y gracias a Fortuna en derechos y comodidades) tampoco tenemos que ni comer igual ni correr igual hacia ninguna parte. Yo lo diría de otro modo: es verdad que dos o tres veces al año deberíamos hacer una limpieza orgánica (de igual modo que limpiamos la campana extractora, las baldosas de la cocina, los cristales…, no es algo que hagamos a diario, pero si lo dejáramos de hacer las gotillas de grasa se nos caerían en el guiso…), pero eso no debe convertirse en que el resto del año uso el cuerpo como contenedor de la orgánica, o mejor coche escoba de la escalopa de los críos, y durante tres o cuatro semanas pretender darle al desatascador y ya… ✋.
No suele dar el resultado que esperamos y, es más, genera una frustración y un estrés físico y emocional que podríamos haber evitado.
Pero nosotras vamos a ser más positivistas y, en vez de mirar lo que pudo haber sido, vamos a ver qué puede ser, cómo vamos a construir las posibilidades necesarias para llegar a junio “sin esas lorcitas de más”. La teoría la sabemos, pero la práctica no la aplicamos.
¿Qué falta?
Pues yo creo que la dialéctica, es decir, el no dejarnos llevar por las tensiones externas e internas y reflexionar acerca de ellas. Con este tiempo de reflexión ya estás quitando tiempo a la nevera (un minuto siempre es un minuto) y así vamos aplicando lo que se llama la “terapia de sustitución”: cambio nevera por reflexión. Si queremos subir un poco de nivel, nos podemos inventar un juego (eso son quince minutos) y luego sus reglas (eso ya son treintaidós) y así combinando piezas y técnicas, nos encontramos un día en que ese hábito está adquirido.
El día suele ser un poco antes de julio, esto es, la operación bikini o dura todo el año o no es operación bikini; que será otra cosa, pero eso no.
Os animo a que escuchéis el audio dirigido por Rosa Peroy, que sí que está en catalán, pero siempre hay alguno o alguna cerca que os puede reinterpretar literalito lo que se viene diciendo.